viernes, 20 de mayo de 2016

Ésa es la cuestión



MI MUJER habla, habla y habla. De su mamá, de la nueva novela mexicana, del novio casi adolescente de la vecina. Cosas que ni me van ni me vienen. A veces me gustaría que la tecla «Mute» del control remoto del televisor sirviese también para ella. De hecho, la he probado en varias ocasiones; pero los milagros no existen. Al menos eso es lo que creía hasta esta noche. Como el viejo control se había roto, compré uno nuevo. El vendedor me aseguró que era universal. ¡Y tenía razón!
A escasos segundos de que comenzara el «superclásico», mi mujer no se dignaba a darme una tregua; entonces le apunté disimuladamente con el flamante control remoto…
¡Qué delicia mirar el partido sin oír su cantinela! Sin embargo, ella, como yo no le respondía ni siquiera con mis habituales monosílabos, se paró delante de la pantalla. Comprendí que me estaba gritando al observar su cara colorada y su enorme boca abierta. Cuando le pedí amablemente que se corriese, se abalanzó sobre el control como una fiera.
Forcejeamos durante unos minutos, hasta que sin querer apreté el botón de apagado y ella se cayó redonda al piso. ¡Por una vez pude ver el partido como Dios manda! Ahora, de cuclillas a su lado, me siento todo un Hamlet: «Encender o no encender a mi mujer, ésa es la cuestión».
Safe Creative #1605087455690
.

4 comentarios:

Gabriel Bevilaqua dijo...

Un poquito de humor no le viene mal a nadie, ¿no? Gracias, Julio.

Saludos funambulescos

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Coincido, una pieza de humor negro estupenda. Aunque muchas te tacharán de machista.

Elisa dijo...

A mí, como me gustan los palabros, lo tacho más bien de misógino :-).

Gabriel Bevilaqua dijo...

¿Te parece, Miguel Ángel? ;) ¡Gracias!

Elemental, Elisa (lo que pasa es que estoy leyendo demasiadas aventuras de un tal Sherlock).

Saludos cordiales

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...